스페인기자와의 인터뷰-주한미군의 핵문제2003/12/07 1358

어느날 스페인대사관에서 연락이 왔습니다. Poch라는 스페인의 유명한 기자가 나를 찾아달라는 부탁을 해왔고 대사관에서 수소문 끝에 연락처를 알게 되었다는 것이었습니다. 그래서 그와 만났습니다. 통역사가 도착하는 대로 인터뷰가 시작되었습니다. 그가 관심을 갖고 있는 것은 통일뉴스에 기고한 적이 있는 주한미군의 핵에 관한 보고서였습니다. 아마 누군가 영문으로 번역해서 웹상에 돌아다니고 있었던가 봅니다. 그가 본 문서는 영문이었습니다. 저도 알지못하는 일이 일어난다… 이것이 요즘의 세상일이니 그러려니 했습니다. 그는 핵분야에 대한 기초적인 지식을 갖고 있는 듯 했습니다. 자세한 이야기를 하는데 큰 어려움이 없었습니다. 라틴계에 영향력있는 잡지에 실린 모양입니다. 저는 스페인어는 전혀 모르지만 첨부화일로는 올려놓겠습니다.

보낸 사람 : Rafael Poch
보낸 날짜 : 2003년 11월 23일 일요일 오전 5:12:04
받는 사람 : siwoophoto2@hotmail.com
제목 : Our Interview

| | 받은 편지함

——————————————————————————–

첨부 파일 : 18NovA03SumbarinosNukesCorea.doc (33 KB)

Hi Lee,

I send you the article about our conversation in Seoul. It was publicated last week in LA VANGUARDIA. It will reproduced in www.lainsignia.org , a spanish web very popular in LatinAmerica.

Best Regards Rafael Poch

——————————————————————————-

Submarinos-Nukes-18NovA03

(ENVIADAS DOS FOTOS A: FOTOSALAVANGUARDIA.ES)

LAS PELIGROSAS ARMAS DE COREA (DEL SUR)

(*Una investigación de la que se desprende que hay un enorme arsenal nuclear americano, ha sido ignorada en Seúl*)

RAFAEL POCH
Corresponsal
SEÚL – Todo el mundo ha oído hablar de las armas nucleares de Corea del Norte. Invocando su existencia, la administración Bush ha situado Asia nororiental al borde de una guerra y las noticias sobre la “crisis nuclear” norcoreana son rutina. Lo que se desconoce por completo es la situación en Corea del Sur. ¿Cuántas armas nucleares americanas hay aquí, en flagrante violación de acuerdos nacionales e internacionales?.
En Seúl esta pregunta es tabú. Profesores y diputados se encogen de hombros, en el parlamento no se habla del asunto y los más altos responsables de la seguridad nacional desconocen su respuesta. Explorando documentos militares y observando durante un año las bases militares americanas, Lee Si-woo un fotógrafo y periodista de investigación surcoreano, parece la persona mejor informada.
Su trabajo sugiere que la séptima flota norteamericana tiene su principal base de submarinos nucleares en Jinhae, en el extremo sureste de la península, que esos submarinos están armados con misiles “Tomahawk” con cabeza nuclear (TLAM-N), o que pueden ser armados con ellos si así se decide en un plazo muy breve -lo que a efectos militares es casi lo mismo-, y que las maniobras con escenario de utilización de armas nucleares son rutina en la región.
“Pasé casi un año vigilando esas bases desde un lugar de acceso prohibido”, explica Lee, un joven de 36 años de aspecto apacible y sosegado. “El 28 de enero del 2003 presencié con mis propios ojos la llegada de un submarino SSN (nuclear) desde lo alto de la bahía. Al entrar en la base, emergen y son remolcados por lo que, pese a la distancia, la forma de la torreta que distingue a los SSN se veía claramente”.
La presencia de esos submarinos en Corea del Sur no demuestra que lleven armas nucleares, reconoce Lee. En 1991, los americanos declararon que habían retirado todas sus armas nucleares tácticas de Corea del Sur, de acuerdo con un tratado sobre desnuclearización alcanzado por las dos coreas aquel año. Sin embargo, la presencia de los submarinos es una violación del artículo 1 de aquel tratado que, al igual que el acuerdo de desarme Start-1 entre la Urss y Estados Unidos, define como arma nuclear cualquier sistema capaz de lanzar tales armas. Pero eso no es ni la mitad del problema, explica Lee.
“En 1992, tras la firma del acuerdo Start-2. el Presidente Bush padre, ordenó retirar las cabezas nucleares de los submarinos, pero, según documentos oficiales americanos, a partir de 1994 se empezaron a recargar armas nucleares y desde el 29 de diciembre de 1995 la marina colocó en los misiles Tomahawk convencionales de los submarinos un dispositivo portátil que los transforma en nucleares”.
Todo eso vulneraba el “Acuerdo Marco” que Corea del Norte y Estados Unidos habían firmado en Ginebra en octubre de 1994 y que Washington acusa a Pyongyang de haber violado en solitario. “Pensaban que aquel acuerdo no tenía importancia, porque el régimen norcoreano se iba a desmoronar, William Perry (Secretario de Defensa) y Robert Gallucci (vicesecretario de estado para asuntos político militares) hablaban claramente de eso”, recuerda Lee.
Hace un mes, el periodista informó personalmente de sus descubrimientos, expuestos en un ordenado dossier, a dos altos responsables de la seguridad nacional de Corea del Sur, cuyos nombres no autoriza a divulgar. Uno de ellos reaccionó “con sorpresa”. ¿Sincera?. “Es posible”, responde Lee. Hay un acuerdo (SOFA) que regula la presencia de las tropas americanas en Corea del Sur. Su articulo 3/1 dice que el ejército americano no está obligado a informar de todas sus actividades. “En 1979, por ejemplo, estaban construyendo una base de submarinos nucleares y no se dio a nuestros militares ni a nuestro gobierno ninguna información. Sólo se decía que se construía, “una base”. ¿Es probable una situación semejante hoy?. “Muy probable”.
En febrero una web publicó la investigación de Lee. “Pensaba que los medios de comunicación se harían eco enseguida del escándalo, pero no ocurrió nada”, explica el periodista, que dice haberse metido en este asunto, “porque después del 11/S me di cuenta de que todos eso iba a tener consecuencias muy serias para la península”.
Hasta no hace mucho, en Corea del Sur a la gente como Lee se les descalificaba como “comunistas”. “La sociedad ha evolucionado mucho, aunque algunos siguen con esa mentalidad”, replica. “En los ochenta hubo mucha pasión por la reunificación, pero todos los coreanos están de acuerdo ahora en que debe alcanzarse de forma pacífica. Cuando participaba en el movimiento de los ochenta, no me importaba que me encarcelaran, teníamos un compromiso personal serio. Ahora, los jóvenes tienen una actitud menos dramática y más festiva. La visión de Estados Unidos ha cambiado. Hoy el antiamericanismo es mucho mayor”. FIN